¿Qué es una pareja?
Desde el punto de vista etológico, es la unidad relacional básica para la supervivencia genética de la especie.
Es una estructura vincular de dos personas que deciden compartir una relación estrecha, aportando sus propias historias de vida y un gran potencial de pensamientos, emociones y acciones.
Cuando iniciamos una relación de pareja, uno de nuestros principales objetivos, sobre todo en un principio, es compartir nuestros aspectos más íntimos y así, establecer un fuerte lazo de unión. Sin embargo, con frecuencia, desde los primeros momentos tendemos a cometer tres errores importantes:
No somos…actuamos. Gran parte de nuestra vida hemos actuado y pensado de acuerdo a lo que se espera de nosotros; por lo tanto, no nos conocemos y menos sabemos lo que deseamos en una pareja.
No vemos a nuestra pareja como realmente es, ya que la vemos a través del enamoramiento, de lo que esa persona nos quiere transmitir y de lo que nosotros proyectamos en ella.
“Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados”. (Bucay y Salinas:54)
Creemos que si la otra persona nos quiere, tiene que saber lo que queremos y necesitamos, para dárnoslo, sin que tengamos que pedirlo, entonces empieza el difícil y desgastante juego de las adivinanzas.
“Es mi intuición personal, sin prueba objetiva, lo que me dice que tal vez una quinta parte de toda comunicación humana sirve para el intercambio de información, mientras que el resto corresponde al interminable proceso de definición, confirmación, rechazo y redefinición de la naturaleza de nuestras relaciones con los demás”. (Watzlawick:250 )
¿Qué es comunicación?
La comunicación es una palabra derivada del término latino “communicare”, que significa compartir, participar en algo, poner en común. A través de la comunicación, los seres humanos comparten información diferente entre sí, haciendo del acto de comunicar una actividad esencial para la vida en la sociedad.
Es a través de la comunicación como conocemos a nuestra pareja, su vida, anhelos, deseos, valores, inquietudes. Y es también la forma en que nuestra pareja nos conoce.
Como bien nos dice Watzlawick: “toda conducta es comunicación y toda comunicación afecta la conducta”.
La mayoría de los problemas de pareja surgen por una mala comunicación o por la falta de ésta. O no se escuchan realmente uno al otro o se dejan de hablar adecuadamente, es decir, se atacan, insultan, humillan, gritan, etc. También puede suceder que eviten la comunicación como una manera de castigar al otro, ignorándolo.
Partiendo del axioma de que es imposible no comunicar es importante que nos quede claro, que nuestro comportamiento sea verbal o corporal expresa algo, la persona que recibe el mensaje va a tener una reacción o respuesta, la cual puede no ser la que esperábamos.
Esto se debe a las experiencias pasadas, valores y creencias personales, que pueden estar afectándole.
Comunicación patológica en la pareja
La Guerra de los Roses
“Mi cuota es de $450 dólares la hora. Cuando un hombre que gana $450 dólares la hora quiere decirte algo, sin costo, debes escucharlo.”
-Gavin D’Amata. La guerra de los Roses-
Así inicia la película, en la cual el abogado de los Roses le pide a un cliente que desea divorciarse, que escuche esta historia.
Bárbara y Oliver Rose son un matrimonio aparentemente perfecto. Él es un exitoso abogado y ella un ama de casa feliz. Al contraer matrimonio, ella abandonó sus estudios para dedicarse a la casa y a la educación de los hijos y él se esforzó en desarrollar una importante carrera como abogado.
Adquieren una mansión que ella se esmera en remodelar y dejar impecable, pero una vez terminada y con la partida de sus hijos a la Universidad, ella decide empezar a trabajar.
Los Roses no se comunicaban bien, se agredían repetidamente de manera verbal y no verbal. Bárbara sentía continuamente como él la minimizaba y lo entendía como un tipo de traición imposible de perdonar. Oliver provocaba que Bárbara se sintiera avergonzada; por ejemplo, en una cena le pide que cuente una historia que la hace lucir ignorante. Ella podía sentir humillación, tristeza, enojo, pero no lo decía. Estos pequeños actos de traición dañaron a Bárbara y la inclinación a castigarlo o hacerlo pagar por el daño se fue acrecentando.
Por ejemplo, en la medida en que se va deteriorando su matrimonio, accidentalmente, Oliver arrolla al gato de Bárbara. Como respuesta ella lo encierra en el sauna con la intención de que muera, aunque se arrepiente y sugiere que hablen.
Para esta charla él lleva una “buena” botella de vino y ella lleva uno de sus deliciosos patés. Oliver se arriesga y le dice que aún la ama y que le gustaría que se reconciliasen. Ella, pondera su respuesta y elige decirle que el paté está hecho de su perro. Al comunicar esto, refuerza los aspectos negativos de su relación y provoca que el perdón ya no sea una alternativa viable.
La guerra está declarada….
✍ Psicoterapeuta Claudia Garibay
Comments