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  • Psicoterapeuta Claudia Garibay

La comunicación patológica en la pareja: La Guerra de los Roses (2nda. parte)


La guerra está declarada….

PAREJAGRITOS

Escena 1

La estatuilla…

Desde su primer encuentro esta pareja se alimenta de la lucha por el poder, se conocen en una subasta pujando por una estatuilla; ella gana y tal parece que eso es lo que a él le atrae irremediablemente de ella.

  1. Él no es rico, pero es brillante

  2. Ella es gimnasta

  3. Durante su primera relación sexual ella descubre, a través de él, que es multiorgásmica.

Desde este momento, se hace evidente cómo cada uno deseaba ser entendido por el otro.  Oliver, a nivel de relación, se da a entender como superior, dominante.

El poder los lleva a competir constantemente; ninguno acepta la mismidad del otro, no hay respeto ni confianza.


Escena 2

Poniendo el árbol de Navidad con sus 2 hijos pequeños…

Ella va a poner una gran estrella de papel aluminio en la punta del árbol y él hace una mueca de desprecio.  Ella les da caramelos a los niños, él comenta que no es saludable que coman tanta azúcar y ella de cualquier manera se los da argumentando que son niños y están creciendo.

Aquí ya se deja entrever con claridad la patología en el axioma referente a la imposibilidad de no comunicarse: Bárbara, de manera cortes, por un lado, rechaza los comentarios de su marido y, por otro, su actitud es desafiante, como diciéndole: tú estudias en Harvard, yo trabajo, mando en mi casa, en la educación de mis hijos y además te regalo un coche.

Escena 3

Invitados en casa…

Tienen como invitados para cenar al jefe de Oliver y a otros abogados importantes de la firma. Aquí, Oliver hace evidente que el educado y con una posición social más elevada es él y a ella la coloca en la posición inferior.

Él le pide que cuente la historia de las copas de Baccarat, ella luce incómoda de hacerlo, pero hace el relato, a su manera. Él la corrige, la interrumpe y va descalificando lo que ella cuenta, hasta que él termina por contar la historia. Cuando los invitados se van, ella lo insulta y acaban haciendo el amor.

Cada uno platica de lo ocurrido en la mesa de una manera distinta.

Por un lado, la manera en que Oliver descalifica la comunicación de Bárbara se observa con claridad.  Por el otro, también se ve claramente, como la forma en que ambos estructuraban el flujo de su comunicación era diferente y su comportamiento era una reacción al otro.

roses 2

Escena 4

La mudanza…

Llega el momento de mudarse y arreglar su nueva mansión, misma que ella consigue.

A pesar de que él le comenta que lo harán juntos, hasta en Sábado va a trabajar, ya que “alguien tiene que pagar “.  Él es el proveedor todopoderoso y a ella le corresponde “la parte buena” y ¿fácil? de encargarse del hogar.

Es muy claro el desacuerdo en la relación y acuerdo en el contenido: Bárbara posiblemente pensaba: “es un prepotente desgraciado, pero tiene razón y tengo que arreglar la casa…”

Escena 5

Bárbara quiere trabajar…

Así va transcurriendo su vida, con la casa ya terminada y los hijos yéndose a la Universidad, ella decide volver a trabajar y empieza por vender sus patés.  Con una conciencia más clara de su situación, Bárbara empieza a dar sus primeros pasos hacia el empoderamiento.

Escena 6

Entrevista con el ama de llaves…

Claramente ella se siente en una posición de  poder más abajo que su marido, él le sugiere que contraten una muchacha que le ayude y a regaña dientes ella empieza a entrevistar candidatas. En las entrevistas se ve como Bárbara intenta desesperadamente validarse a sí misma, diciéndoles: “muchas personas no respetarían las decisiones que he tomado…”

“He criado 2 hijos que están por irse a la Universidad”…“eso no me convierte en una mujer casada con un hombre exitoso…”

De una manera interesante, ella quiere negar una realidad que la coloca en una posición social de poder,  misma que no ve y que,  al contrario, desprecia.

Aquí Bárbara utiliza el síntoma como comunicación: se ha convencido a sí misma de que “se encuentra a merced de fuerzas que están más  allá de su control” e intenta liberarse de la “censura” por parte de las candidatas entrevistadas y de su propia conciencia.

Escena 7

El contrato…

Ella le pide que revise un contrato para su nuevo negocio y él no sólo la ignora sino que olvida leerlo.  Cada vez que ella necesita ser valorada, él la descalifica totalmente: en este terreno tú para mí no existes. Oliver desea que Bárbara exista únicamente en su casa, pero afuera, quisiera que pasara totalmente desapercibida para los demás.

Con sorna le pregunta: y bien ¿dónde está tu pequeño contrato?  Y lo emplea para matar una mosca.

El resuelve todo con sexo y entonces ella lo lastima con las piernas y él le pregunta: ¡¡¿Qué te pasa?!!  Y ella simplemente no contesta.

Una vez más, Oliver no sólo rechaza lo que su esposa le pide, sino que la descalifica totalmente.

Cómo bien comenta el abogado, cuando una mujer no contesta qué le pasa… ¡preocúpate!!!

Continuara…

✍ Psicoterapeuta Claudia Garibay

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