Por Claudia Garibay
Se entiende mejor la codependencia considerándola como una adicción, en la cual el hombre amado, el hijo drogadicto o el enfermo discapacitado se convierten en una droga para el codependiente que desarrolla síntomas de pensamiento obsesivo y conducta compulsiva en torno a ellos. Justo del mismo modo en que el alcohólico busca el alcohol.
El codependiente necesita encontrar su propio proceso curativo para recuperarse. Para esto es importante que comprenda qué es la codependencia , sus actitudes, sentimientos y conductas y qué sepa qué es lo que puede esperar.
Para el codependiente, esa persona de la cual depende emocionalmente, se convierte en una droga adictiva, ya que le produce una gratificación placentera estar junto a ella o un enorme sufrimiento la posibilidad de un abandono o alejamiento. Así mismo, experimenta sufrimiento, humillación y rechazo los cuales tienen un efecto destructivo sobre su salud mental; no obstante, el codependiente sigue aferrado a su relación.
La relación codependiente se caracteriza por comportamientos obsesivos compulsivos; revela una acción de enganche hacia el Otro. El codependiente no se ve a sí mismo, no se siente, no está seguro de lo que piensa. Presenta alterados todos los ejes; siendo para mí los primeros en poner atención: el eje del respeto y el de la autoestima. Los codependientes son hostiles; porque se han sentido tan lastimados que la hostilidad es su única defensa para no ser aplastados nuevamente. Son controladores, porque todo a su alrededor y su interior está totalmente fuera de control. Son manipuladores, porque, aparentemente, la manipulación es la única manera de lograr que se hicieran las cosas. Rayan en la locura, porque han creído tantas mentiras, que ya no saben cuál es la realidad.
De cada 10 codependientes, siete son mujeres y 3 son hombres. Una de las funciones básicas de los mamíferos superiores es el apego; la hormona que determina el apego es la oxitocina y esta hormona se produce en mayor cantidad en mujeres que en hombres. Por lo tanto, el apego es el factor biológico más importante en la codependencia.
El apego causa muchos problemas; los que más resaltan son la preocupación y la obsesión. Ambos provocan que perdamos el contacto con nosotros mismos: nuestra capacidad para sentir, pensar y actuar. La concentración está en alguien o en algo que no son ellos mismos, es una preocupación obsesiva en tratar de controlar. Consideran que al controlar guardan un equilibrio y la realidad es que la preocupación, la obsesión y el control son ilusiones que construimos para sentir que estamos haciendo algo por solucionar nuestros problemas.
Factores psicológicos de la codependencia: a) privación afectiva en la infancia, b) experiencias traumáticas, c) violencia intrafamiliar, d) sobreprotección, e) acoso moral, f) madurez prematura, g) familias emocionalmente represivas.
Considero que estos factores psicológicos están íntimamente relacionados con el entorno sociocultural de la persona, lo cual implica una ausencia de apoyo de la sociedad, que se da bajo la forma de un escaso o inadecuado apoyo policial o judicial, lo que propicia, a su vez, muy bajo índice de denuncias por parte de las víctimas.
Dentro de la violencia intrafamiliar, vemos que un importante número de codependientes tienen el antecedente de maltrato sexual en la infancia o adolescencia. Casi siempre proviene de los miembros de la propia familia y alcanza en la violación la forma más violenta de maltrato sexual.
La presencia de violencia intrafamiliar durante la infancia, tiene consecuencias físicas y psicológicas en las víctimas; siendo, además, modelos familiares nocivos que se van transmitiendo por generaciones.
El informe de la Encuesta Nacional de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2003, menciona, para el caso de México, que 47 de cada 100 mujeres son violentadas por su pareja, ex pareja, o algún miembro de la familia; y para un universo de 9 millones de mujeres, se registra, en el mencionado informe, el reporte de 16,5 millones de incidentes violentos. Estas cifras convierten la violencia doméstica o intrafamiliar en un llamado de alerta a la sociedad y al gobierno, pues se trata de un asunto que deviene en pendiente de los derechos humanos sino también en un asunto de seguridad y orden público.
En los factores socio culturales de la codependencia, hay 4 características fundamentales de la familia como generadora de codependencia:
Pérdida del contacto con los sentimientos e incapacidad para expresarlos.
Perfeccionismo: sé fuerte, bueno, correcto y perfecto.
Deshonestidad: haz lo que yo digo y no lo que yo hago.
Secretos de familia.
El trabajo con las familias es fundamental: antes, durante y después del proceso de tratamiento. La intervención familiar puede ser un proceso especialmente diseñada para ayudar a la familia a entender el proceso adictivo, su participación en los ciclos que ayudan a perpetuarlo, orientación acerca de conductas más saludables que apoyen el desarrollo de una mejor comunicación y el establecimiento de límites adecuados. Los cambios sistémicos suelen ser el terreno sobre el que se va construyendo la decisión del adicto a aceptar el tratamiento.
Síntomas primarios de la codependencia: dificultad para experimentar niveles apropiados de autoestima. Los codependientes tienen un nivel muy bajo de autoestima que se manifiesta de 2 maneras: autoestima baja o no existente, o arrogancia o grandiosidad, se sienten excepcionales y superiores.
Ya sabemos que la autoestima se comienza a formar en la infancia con los mensajes que recibimos de los adultos. Son las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos; se refiere al amor a uno mismo. En las familias disfuncionales, el niño recibe mensajes verbales y no verbales autodevaluatorios y estos pasan a formar parte del autoconcepto de la persona.; se refiere a todo lo que pienso de mí.
Roxana Pérez Terán, psicóloga de la Universidad Intercontinental, especialista en el tratamiento de adicciones, plantea que las personas que suelen involucrarse en una relación en la que exista violencia son las que poseen baja autoestima, son personas inseguras, con falta de control de sus impulsos o que fueron abusados de pequeños por lo que tienen mayor predisposición a caer en una relación de codependencia y abuso.
✍ Psicoterapeuta Claudia Garibay
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