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  • Psicoterapeuta Claudia Garibay

SUICIDIO EN HOMBRES Y MUJERES

Gallows on black background

El suicidio se define como el acto por el cual el sujeto mismo se quita la vida. Si bien anteriormente hablamos sobre la depresión y la brecha de género que existe entre hombres y mujeres, es importante también indagar este asunto en el tema del suicidio, comprendiendo que la cuestión de género es un eje transversal que atraviesa éstos y otros fenómenos.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de que en el mundo más de 800 mil personas se suicidan cada año; es decir, que aproximadamente ocurre una muerte cada 40 segundos por esta causa. También menciona que es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años; y que el 75% de los suicidios se produce en países de ingresos bajos a medianos. Entre los métodos más habituales para cometer suicidio se encuentran los plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego.

A propósito de ello es importante mencionar que las estadísticas comprueban que en general las mujeres cometen más intentos (fallidos) de suicidio, mientras que los hombres debido a la letalidad de los métodos que utilizan, tienen un mayor porcentaje de suicidio efectivo.  A nivel mundial se ha registrado que ocho de cada 100 mil mujeres deciden quitarse la vida, mientras que en los hombres casi se duplica la estadística ya que 15 de cada 100 mil toman esta decisión.

Son América y Europa los continentes en los que es más notable la diferencia de actos suicidas entre hombres y mujeres. En Europa se suicidan 4.9 mujeres de cada 100 mil, mientras que la cifra al respecto en el caso de los hombres es 4 veces mayor, es decir, 20 hombres de cada 100 mil cometen suicidio. En América, en cambio, aunque menos notable la diferencia, también es considerable, ya que 2.7 mujeres y 9.8 hombres de cada 100 mil se suicidan.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México existe una tasa de suicidios de 5.2 por cada 100 mil habitantes, siendo Chihuahua (11.4 x c/100 mil), Yucatán (10.2 x c/100 mil) y Aguascalientes (9.6 x c/100 mil) los estados con la mayor tasa. Los datos también revelan que en 2016 se registró una tasa de suicidios masculinos de 8.6 por cada 100 mil hombres, mientras que sólo el 1.9 correspondió a las mujeres. Esto se puede traducir en que apróximadamente de cada 10 suicidios 8 son cometidos por hombres y 2 por mujeres.

Una de las razones por las cuales podría explicarse esta brecha estadística entre hombres y mujeres, es que los hombres por lo general no hablan de los problemas que los aquejan. Y entre los factores que inciden en este silencio masculino se halla indudablemente el tipo de sociedad en la que vivimos y la educación que desde ella se oferta, tanto en términos formales como informales, la cual se encuentra permeada de estereotipos dañinos que hemos interiorizado, como por ejemplo, la creencia de que los hombres no son sensibles. Esto puede justificar este silencio masculino, pues como la sensibilidad es un atributo generalmente asociado a las mujeres, entonces no ser sensibles reafirma la idea del macho que, por si fuera poco, no llora, no habla, no se siente nunca vulnerable; o más bien, como todos sabemos, es lo que aparentan.

Zipped mouth

Contrariamente a lo que sucede con las mujeres, que hablan entre sí y también con los hombres de los problemas que cotidianamente las aquejan, los hombres al no realizar esta práctica conversacional de manera tan frecuente, es posible que estén más expuestos a encontrarse sin salida, eligiendo al suicidio como una opción viable para la resolución de sus problemas. Y es que al no buscar con quien hablar, la probabilidad de escuchar consejos o una opinión alternativa se reduce, así como se reduce también –cual efecto dominó- la sensación de acompañamiento en las etapas difíciles de la vida, acrecentándose por contraposición la sensación de soledad. Esto también podría orillarlos a tomar decisiones como la de quitarse la vida que, a todas luces, atenta contra su vida e integridad.

Para evitar lo anterior, si uno se reconoce en situaciones cercanas al suicidio, o bien sabe de alguien que se encuentra atravesando por problemas tales que puede tomar esa opción como salida, es recomendable entonces acudir con un especialista, quien sin duda alguna podrá ayudar a encontrar vías o soluciones adecuadas para restablecer el equilibrio mental necesario para ponderar el afecto por la vida y evitar tan doloroso suceso.

El suicidio se puede prevenir, siempre y cuando tenga una identificación y tratamiento temprano y adecuado. Brindar una mano amiga, nunca, pero nunca, está de más. No estás sola, no estás solo.

✍ Psicoterapeuta Claudia Garibay

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